Desde que tengo abierto mi blog Como una reina, mucha gente se pone en contacto conmigo, supongo que doy pie a ello al tener mi foto (real, aunque haya elegido la que salgo más favorecida ... un poquillo de trampa se podrá hacer ¿no?) y mi correo electrónico.
Pues bien, he recibido ya varios regalos a través (o a causa) del blog. El último fue un libro, precisamente el día de Sant Jordi. Se trata de Pelirrojas españolas, de Enrique Galindo, (ed. Irreveretes) y me lo envió su propio autor.
Prometí que cuando lo leyera le daría mi opinión. Pues ahí va, Enrique.
El libro me ha sorprendido ... gratamente. Cuando lo empecé a leer me creé unas expectativas sobre el argumento que luego no se cumplieron. ¿Qué pensaríais vosotros de una novela que empieza:
"Me gustaría escribir desnudo, sobre un muro blanco, mojando mi pene en un tintero y formando bonitas palabras sobre la pared, ..."
Pues no se trata de una novela erótica, en absoluto. Se trata de una amistad entre un anciano que a penas puede valerse por sí mismo, y su "canguro", si puede emplearse el término. A mi entender, el libro trata, en esencia, de la soledad humana, pero de la más cruel, la que no es buscada, sino impuesta.
Dos cosas podría reprocharle a Pelirrojas. Una, un narrador en primera persona que se cuela dos veces (al principio y hacia el medio) y que no acabo de relacionar con la trama general de la novela, narrada por un narrador omnisciente.
La segunda, que se hace demasiado corta. Se lee rapidísimo, y te deja con las ganas de seguir viendo y conviviendo con los personajes, con sus miserias, tal vez por esa necesidad que tenemos del happy end, de que el héroe baje al infierno y suba, de que evolucione y se redima.
Muchas gracias por tu regalo, Enrique. Esta novela me ha dejado con la misma sensación de quién se come un único bombón, y busca por todos lados la caja entera. Espero que tu carrera literaria sea larga y fructífera. Avísame cuando escribas otro libro. Supongo que para entonces tendrás ya cierto caché y tendré que ir a comprármelo a la librería.
Pues bien, he recibido ya varios regalos a través (o a causa) del blog. El último fue un libro, precisamente el día de Sant Jordi. Se trata de Pelirrojas españolas, de Enrique Galindo, (ed. Irreveretes) y me lo envió su propio autor.
Prometí que cuando lo leyera le daría mi opinión. Pues ahí va, Enrique.
El libro me ha sorprendido ... gratamente. Cuando lo empecé a leer me creé unas expectativas sobre el argumento que luego no se cumplieron. ¿Qué pensaríais vosotros de una novela que empieza:
"Me gustaría escribir desnudo, sobre un muro blanco, mojando mi pene en un tintero y formando bonitas palabras sobre la pared, ..."
Pues no se trata de una novela erótica, en absoluto. Se trata de una amistad entre un anciano que a penas puede valerse por sí mismo, y su "canguro", si puede emplearse el término. A mi entender, el libro trata, en esencia, de la soledad humana, pero de la más cruel, la que no es buscada, sino impuesta.
Dos cosas podría reprocharle a Pelirrojas. Una, un narrador en primera persona que se cuela dos veces (al principio y hacia el medio) y que no acabo de relacionar con la trama general de la novela, narrada por un narrador omnisciente.
La segunda, que se hace demasiado corta. Se lee rapidísimo, y te deja con las ganas de seguir viendo y conviviendo con los personajes, con sus miserias, tal vez por esa necesidad que tenemos del happy end, de que el héroe baje al infierno y suba, de que evolucione y se redima.
Muchas gracias por tu regalo, Enrique. Esta novela me ha dejado con la misma sensación de quién se come un único bombón, y busca por todos lados la caja entera. Espero que tu carrera literaria sea larga y fructífera. Avísame cuando escribas otro libro. Supongo que para entonces tendrás ya cierto caché y tendré que ir a comprármelo a la librería.
Comentarios